El debate que viene

En el siguiente video que comparto con ustedes, les dejo un aviso de cátedra referido a la suspensión de clases, como así también la apertura de un debate que espero poder fomentar a través de esta vía hasta el próximo encuentro. Gracias.

20 comentarios:

Alicia Melano dijo...

EL DEBATE QUE VIENE

Me gustó la idea del título para esta motivadora tarea. ¿Por qué? Porque si es un debate supone enfrentamiento, o –por lo menos- la existencia, de ideas diferentes. Y he aquí un nuevo cuestionamiento ¿ideas diferentes? ó ¿tendencias diferentes?
Expresa Juan Domingo Perón: “Es posible que la acción del pensamiento haya perdido en los últimos tiempos contacto directo con las realidades de la vida de los pueblos. También es posible que el cultivo de las grandes verdades, la persecución infatigable de las razones últimas…” (1)
Han sido tiempos en los que la mayoría de los sindicatos por diversas razones: obras sociales, ataques de otros sindicatos, etc. se han replegado hacia el interior a los fines de defender el capital social de los trabajadores, sus afiliados.
Cierto es que hemos transitado un momento político en el que se avizoraba un proyecto de país que hiciera realidad la felicidad, que hiciera posible la vida del pueblo trabajador con dignidad. En ese sentido la Confederación General del Trabajo interpretó que era el momento propicio para acompañar y alentar una oportunidad concreta de justicia social para los trabajadores.
Cierto es que en distintos lugares de nuestro país distintos sindicatos presentaron sus candidatos en distintas listas.
Cierto es que esto significó un fraccionamiento hacia el interior de la CGT nacional, ni que hablemos de las del interior (aunque allí es más fácil explicarse algunos posicionamientos).
Cierto es que en la mayoría de los casos se vivió la candidatura de estos compañeros como “nominativismos” y no como representantes de un proyecto gremial de un sector de trabajadores o del conjunto.
Cierto es que pareciera extenderse como naturalizado una suerte de divorcio entre el sindicalismo y la política por lo que pasar de un lugar a otro supone “se acomodó” y no “qué suerte tendremos a alguien que nos representará dignamente”.
Cierto es que con el avance de posturas, como las antes mencionadas, dejamos -los trabajadores- el espacio de militancia a oportunistas y vamos paulatinamente resignando el histórico rol representativo que tuvo el movimiento obrero para la política argentina.

Volviendo… acción, pensamiento, contacto, vida de los pueblos!!!!!
Y esto es lo interesante de la segunda parte de la propuesta: VIENE. La enunciación en futuro nos alienta a que todos los términos antes mencionados empiecen a cobrar sentido. Que los trabajadores sepamos instalar, afianzar y contener el debate necesario para que con propuestas, proyectos e ideas dignificadoras sentemos el posicionamiento fundante de una forma de militancia: la voluntad de ser por la dignidad del otro.

No he pretendido en estas líneas agotar el tema, más aún quedan interrogantes y posturas sin desarrollar; simplemente ha sido un aporte al debate que viene….

Alicia Melano

Notas:
1) Perón, Juan Domingo: “La Comunidad Organizada”. Internet. Pág. 3

Silvia Avila dijo...

El Debate que viene

Irreflexibamente, ante el debate planteado podría decir que, terminantemente considero ético la participación que tuvieron dirigentes sindicales como candidatos en las últimas elecciones.
Pero en realidad, se trata de reflexionar mirando y observando muchos aspectos, contexto social, politico y hasta partidario.
En principio debemos asumir que desde hace un tiempo la clase dirigencial sindical viene siendo castigada por la desconfianza que generaron algunos dirigentes al olvidarse que fueron las bases las que les dieron el lugar de representantes de un proyecto gremial que las dignifique.
Entonces pienso que no hay que dejar nada librado al azar cuestión que no se piense que una candidatura significa un "acomodarse" para beneficio propio y por el contrario se piense: "que bueno, tenemos un representante sensible a las necesidades de un sector en particular y a los trabajadores en general".
No debemos olvidar que el fin del sindicalismo es, proteger los intereses comunes, reivindicar los derechos y actuar a favor de las aspiraciones y objetivos colectivos de los trabajadores. Es decir que todo espacio que se ocupe y toda acción que se realize en el marco de este principio a mi modo de ver será absolutamente ético.
Estoy plenamente convencida que el dirigente sindical jamas debe olvidar cuál fue su punto de partida, cuáles fueron sus ideales, mantener vivo ese fuego motivador que lo llevó al servicio del otro, tener la misma humildad y no encandilarse con el poder porque sólo así podrá seguir advirtiendo lo que el otro necesita; y las organizaciones sindicales están formadas por personas, por lo tanto sus objetivos, proyectos, espacios, etc. serán valoradas a través de sus acciones.
Para finalizar tomo las palabras de Juan Domingo Perón cuando exprresó; "Hay que vivir junto a las masas, sentir sus emociones y entonces recien se podrá unir lo técnico a lo real, lo ideal a lo empirico".
De hecho el debate sólo esta planteado, seguramente queda mucho por decir.

Silvia Avila, Santiago del Estero.

Anónimo dijo...

Gracias Alicia y Silvia. La realidad nos está proponiendo varios ejes para nuestra reflexión acerca de la ÉTICA SINDICAL. La seguimos. Daniel Di Bártolo.

roxana santilllan dijo...

Roxana Santillan dijo:
El debate esta planteado y me parece interesante debatirlo ya que si el sindicalismo que tiene como principal objetivo la búsqueda del bien común para todos los compañeros es importante la participación en la política entendida como una ciencia que también tiene como fin ultimo el bien común entonces la politica y el sindicalismo estan ligadas ya que
para conducir una pueblo la primera condición es que uno haya salido del pueblo, que sienta y piense como el pueblo (J. D. PERON Actualización Politica y doctrinaria para la toma del poder 1971)y un sindicalista debe conocer la realidad y también una manera de luchar por los compañeros es accediendo a la participación politica pero sin olvidar su origen sindical y su función porque es importante tener leyes que nos protegan por ejemplo la ley de riesgo laboral.
Si bien es cierto que hoy en dia tanto la dirigencia sindical como los representantes politicos estan mirados y juzgados de una manera nada positivo por lo tanto hay que buscar la manera de revertir está situación y se lograria con el accionar del bien para todos, con una equitativa distribucion de bienes para que todos podamos tener una vida digna.Por ello el sindicalista-politico debe tener presente el bien de todos los seres humanos.
Este es mi humilde aporte al gran debate ya planteado.
Roxana santillán.
10 de agosto.

Leonardo Javier Olivero dijo...

Estimado Daniel:
Después de haber escuchado repetidas veces tu video con el afán de encontrar en él alguna respuesta a tu planteamiento, pude organizar algunas ideas para compartir.
En principio creo conveniente y saludable la participación del movimiento obrero en la política brindando sus mejores cuadros a la acción dirigencial del país bajo la firme proposición de mejorar la calidad de vida de nuestra argentina y llevando adelante un proyecto emergente de la necesidad real de la clase trabajadora.
Ahora; creo que el sindicalismo no ha de olvidar plantearse con mucha precaución y con un análisis "sesudo" "cuál es el imaginario social de los sindicatos en nuestro país", entiendo que desde allí, desde los resultados de tal análisis, cada uno de nosotros (los que somos parte del sindicato) podrá ayudar a construir los espacios de gobierno de y para los trabajadores.
En estos tiempos que corren, el desprestigio de las instituciones toca muy de cerca de los sindicatos, por tanto los comentarios acerca de los oportunismos de las personas que actúan en ellos o de las ventajas económicas que obtienen son moneda corriente en el contexto de cualquier charla, alimentando así un imaginario social inexistente. Creo que es responsabilidad primera del Movimiento Obrero (y de todos los sindicatos que lo integran) echar por la borda toda sospecha de incredulidad para luego poder participar “éticamente” del la política y el gobierno.
Alimentar nuestra clase política con cuadros del sindicalismo debe ser la estrategia para llevar verdaderamente el sentido del bien común a las acciones y planes de gobierno.
Por último, si ética significa emplear sentencias en las que se valora moralmente a personas, situaciones, cosas o acciones, es indefectiblemente nuestra obligación hacer aportes a un debate que nos implica.
Leonardo Javier Olivero

Daniel Di Bártolo dijo...

Gracias Roxana y Leonardo. Muy bueno. Este jueves - Dios Mediante - estaremos retomando las clases. Creo que ha sido interesante el intercambio. Hay elementos que vamos a trabajar en clase. En realidad, nuestra materia, es justamente el análisis crítico de la práctica sindical desde la perspectiva ética. Por ello, constituye una ÉTICA SINDICAL. Entiendo que estos aportes pueden ser la base de un material a trabajar a publicar como insumo para la formación sindical. También es positivo que surjan interrogantes y nuevos planteos. Lo único que debemos promover mayor participación virtual. No les perece ?- Daniel Di Bártolo

Anónimo dijo...

Me parece que al tomarlo como tarea de una materia hemos perdido la espontaneidad de intercambios que es natural a nuestro grupo. Temiendo que una contrapropuesta o una opinión respecto de lo que el compañero/a producía pudiese generarle costos para él. Pero solo será cuestión de animarnos!!!!
Desde mi perpectiva creo que es importante rescatar los elementos en común que se han expresado y no muchos divergentes. Tal vez sea por una cohesión de construcciones en la que hemos devenido en estos últimos tiempos en este multitudinario grupo. Adelante!!!!!

Irene Molinaro - 17/08/09 dijo...

1º Parte: Debate sobre la realidad polìtica antes de las elecciones


El principio de debate conlleva al intercambio de ideas diferentes y/o al enfrentamiento de proyectos, intereses, de modelos y de polìtica. Que evidentemente cohexisten y que actùan en la vida y en las decisiones cotidianas.
Los acontecimientos recientes,desencadenaron enfrentamientos por estas causas anteriormente mencionados entre los distintos actores sociales, polìticos, gremiales, etc.. Confrontando a travès de acciones desde los medios de difusión masiva, informando o desinformando a todos los estamentos sociales.
Dentro de esta pràctica perversa y para nada ètica, que se tomò como estrategia desde la oposiciòn, encontrò a un gobierno en una actitud dèbil y/o equivocada para enfrentarlo.Sino tambièn para difundir los hechos positivos reslizados, sus acciones, proyectos, y evidentemente debilitàndose polìticamente al no haber sabido dar a conocer el mensaje y la difusiòn de todo lo que plantea como proyecto de paìs, al comùn de la sociedad.
En lo polìtico, le produce un revès parcial que debe ser estudiado, analizado y superado sin claudicar objetivos. En el otro extremo encontramos una oposiciòn triunfante pero totalmente disgregada sin poder capitalizar los resultados, aferràndose a los intereses sectoriales, intentando imponer otro modelo de paìs que desgraciadamente diezmò en todos los òrdenes a la clase trabajadora.
En este contexto polìtico-social encontramos a la dirigencia sindical, por ende a sindicatos que componen y representan a los trabajadores divididos y enfrentados. Algunos en apoyo-ya sea al gobierno o su proyecto- representados por la CGT, conducida por el compañero Moyano. Otra generada desde una ruptura ideològica y de intereses, representada por dirigentes del peronismo ortodoxo, compuesto por el grupo llamdo "los gordos" reivindicando la antigua e irreconciliable postura ideològica que acompañò en la historia reciente el enfrentamiento entre el peronismo de derecha y de izquierda.
Una tercera posiciòn se presenta con la CGT autodenominada CTA a la cual se le ha negado la personerìa pero que tiene una gran inserciòn y representaciòn en la clase trabajadora.
Estos dirigentes representan un planteo màs profundo y radicalizado pero de difìcil posibilidad de ser llevado a la pràctica.

Irene Molinaro 17/08/09 dijo...

2º Parte: Debate sobre la acciòn y participación de los gremios a travès de su dirigencia

La participaciòn de los trabajadores sindicalizados en la contienda electoral reciente que intentaba definir el rumbo de paìs a travès de un Modelo, fue ideològicamente dispar, apoyando tanto al oficialismo como a la oposiciòn, segùn el pensamiento y los intereses de las centrales gremiales a las que pertenecen.
Las listas polìticas partidarias en mayor o menor grado tuvieron y tienen representantes de la clase trabajadora(gremialistas).Voces obreras en el congreso.
En este anàlisis no podemos ignorar que el modelo presentado por el gobierno nacional es de inclusiòn social, por ende favorable a la clase trabajadora, ej.:la recuperaciòn del empleo, la recuperaciòn del salario, las jubilaciones, el aparato productivo destruido por el modelo liberal y la recuperaciòn econòmica, financiera, las empresas nacionales, las decisiones y la soberania. Lo que generò una reacciòn de los sectores que fueron desplazados del poder, pero que en realidad lo ostentan a travès de lo economico y transnacional.
La CGT ante esta situaciòn apoya al gobierno y participa de algunas forma en decisiones respecto a la polìtica del trabajo y lo
social. Pero vemos como sectores ortodoxos liberados por Barrionuevo apoyò a los conservadores y neoliberales polìticos, que llevaron a la crisis al paìs. Los terceros actores gremiales representados por el compañero De Genaro con su dialèctica de izquierda y en su crìtica constante al accionar del gobierno sirvieron solo para favorecer a los anteriores.
En conclusiòn: la oposiciòn de las conducciones sindicales, ya sea por derecha o por izquierda fueron en desmedro del Proyecto de Paìs del gobierno nacional, favoreciendo al viejo modelo conservador y neoliberal.
Desde los cuadros sindicales comprometidos con la realidad nacional e internacional que nos afecta, deberìamos no solo paraticipar en la vida activa polìtica, sino militar en la difusiòn, concientizaciòn y en el esclarecimiento de los planes, de la lucha y objetivos nacionales que màs favorecen y protegen a la clase trabajadora.

Ana Villalva dijo...

EL DEBATE QUE VIENE

Ya a esta altura el debate ha comenzado y me interesa retomar alguna de las ideas que se han comenzado a circular.
Primero: una compañera planteó si se trataba de ideas diferentes o tendencias diferentes. Creo una buena propuesta para detenernos un momento y para ello se hace necesario aclarar:
idea.
(Del lat. idĕa, y este del gr. ἰδέα, forma, apariencia).
1. f. Primero y más obvio de los actos del entendimiento, que se limita al simple conocimiento de algo.
2. f. Imagen o representación que del objeto percibido queda en la mente. Su idea no se borra jamás de mi mente.
3. f. Conocimiento puro, racional, debido a las naturales condiciones de nuestro entendimiento. La justicia es idea innata.
4. f. Plan y disposición que se ordena en la fantasía para la formación de una obra. La idea de un sermón. La idea de un palacio.
5. f. Intención de hacer algo. Tener, llevar idea de casarse, de huir.
6. f. Concepto, opinión o juicio formado de alguien o algo. Tengo buena idea de Antonio. He formado idea del asunto.
7. f. Ingenio para disponer, inventar y trazar una cosa. Es hombre de idea. Tiene idea para estos trabajos.
8. f. ocurrencia (‖ idea inesperada). Tengo una idea para solucionarlo.
9. f. coloq. manía (‖ extravagancia). Lo perseguía una idea. U. m. en pl.
10. f. Fil. En el platonismo, ejemplar eterno e inmutable que de cada cosa criada existe en la mente divina.
11. f. pl. Convicciones, creencias, opiniones. Persona de ideas avanzadas.

tendencia.
(De tender, propender).
1. f. Propensión o inclinación en los hombres y en las cosas hacia determinados fines.
2. f. Fuerza por la cual un cuerpo se inclina hacia otro o hacia alguna cosa.
3. f. Idea religiosa, económica, política, artística, etc., que se orienta en determinada dirección. (1)

Ahora se explica por qué contrapuso los dos conceptos y llevados a nuestro análisis vemos que la imagen o representación que el común de la gente tiene respecto de la participación de los gremialistas en política deviene en una suerte de negación porque éticamente se observa que la mayoría de ellos cuando llega se olvida de los compañeros que fueron la base de su accionar.
Por otro lado el común de la gente podría tomar su participación como una tendencia del momento. En la última elección muchos de los artistas fueron sumados a las listas de candidatos a diputados por su popularidad mediática.
“La aspiración de progreso social ni tiene que ver con su bulliciosa explotación proselitista, ni puede producirse rebajando o envileciendo los tipos humanos.” (2)
Segundo: rescatar que tanto gremialismo como política se asientan en la búsqueda del bien común. Aquí existe la posibilidad de otro problema ético: hasta dónde llegan las aspiraciones políticas del candidato y hasta dónde debe dar cuenta de ello a sus bases. Los que ganan la elección tienen que saber que deben gestionar para todos, y no para sus amigos o para los que piensan como ellos.
Siempre y cuando, existan las bases. ¿Ellas serán las que deban demandar el accionar ético que se espera de ese candidato? Dado que son la fuerza y el sentido de estar en el lugar que ocupa?
Es decir ,nosotros bases.¿ Somos los que protagónicamente debemos recordarles a nuestros representantes que ese es su rol? o sus principios éticos y sus valores morales serán los límites?


Notas:
1) www.rae.es
2) Perón, Juan Domingo: “La Comunidad Organizada”. Internet Pág. 11

Daniela Moreno dijo...

La participación del sindicalismo en las elecciones 2009.Nuestro juicio ético.

Ante una situación de crisis política, económica y social es importante llevar a cabo un proceso de concertación, el cual no debe pretender una homologación de posiciones sino un acuerdo que sea fruto de la diversidad.
Debe ser un instrumento para logar una equitativa distribución de la riqueza.
Es importante que el sector que representa a los trabajadores en medio de esta coyuntura de la crisis económica a nivel mundial, tenga como objetivo mínimo garantizar que el poder adquisitivo de los trabajadores de la educación no diminuya y, como objetivo máximo aumentar la participación de los trabajadores en la riqueza nacional. Y desde nuestra postura como trabajadores de la educación seguir promocionando un proyecto de país que incluya a todos los sectores y no porque cambie el color político de turno, que todos los argentinos nos embarquemos en cada cambio en un nuevo proyecto que caducará cada cuatro años. De este modo nunca tendremos un país con políticas de Estado que perduren a lo largo del tiempo, permitiendo cumplir con los objetivos básicos de la sociedad argentina.
El ¨ vivir con los recursos propios que genera el país ¨ estableciendo una política estratégica común con los países de la región.
Mejorar el poder adquisitivo de los asalariados.
Proteger el mercado interno.
Incrementar la participación de los trabajadores en el ingreso nacional.

Después de lo expresado creo que la participación del sindicalismo en las elecciones, se debe concebir como un frente que representa a la clase trabajadora, o sea, no solo contentarse con detectar los problemas que afectan este sector, sino interesarse por las causas profundas de esa realidad desde la perspectiva del Movimiento de Trabajadores y con- sustanciado con una cosmovisión, distinguir quien es el enemigo.
No sólo actuar denunciando las injusticias que padecen los trabajadores sino elaborar la resolución de los problemas en el marco del proyecto de país.

Por ello este frente sindical no debe actuar teniendo en cuenta los estrechos márgenes electorales para alcanzar un puesto político, y que muchas veces después de lograr este objetivo, se olvidan lo que los trabajadores le pidieron desde las bases.
Creo que el sindicalismo argentino tiene mucha responsabilidad en este tipo de participaciones. Apuntando a un frente solidario y a la unidad de los trabajadores argentinos, hacia la conformidad latinoamericana a través de la estructura del MERCOSUR; soñando con la Patria Grande de Bolívar y San Martín.

Anónimo dijo...

TEMA DE DEBATE:ETICA Y PARTICIPACION

La participacion es un acto humano relacionado con su libertadad de elegir, esta opcion es un principio existencial de nuestra moral, que tiene que ver con la etica Spencer nos dice que el sentido último de la etica consiste en la correccion del egoismo(Comunidad Organizada-J D PERON).
Juan Pablo II ( Veritatis Spplendor) " La moralidad del acto humano depende sobre todo y fundamentalmente del objeto elegido racionalmente por la voluntad deliberada"
El Objeto de un acto humano, es aquello que uno decide hacer, es aquello que uno elige voluntariamente y libremente.
Sabemos que en su gran mayoria el sidicalismo forma parte del partido Justicialista, que incorpora la participacion del movimiento obrero Propongo debate ¿La participacion de un sindicalista es su libre eleccion o es la decision de la organizacion?
Manuel Pazos SADOP LA RIOJA

Sebastian Beranek dijo...

Estoy convencido que desde nuestra organización sindical, al igual que desde las demás, buscamos, día a día, mejorar las condiciones de vida de nuestros afiliados y de los trabajadores en general.
Al hacer esto estamos procurando el bien común y con ello dejamos ver la vocación política que tenemos, más allá del interés individual (en un sentido aristotélico).
Luchamos por un ideal, algo central en la vida política de los pueblos. Por eso me parece importante que representantes del movimiento obrero participen en ella como miembros del Congreso de la Nación, pero no olvidando que la defensa de los trabajadores argentinos debe ser central en la tarea que lleven adelante para que se haga realidad la Justicia Social que nos legara el General Perón.
De esta manera, y estando sostenidos en verdades sólidas, dentro de un mundo y un país inmersos en el relativismo ético, el Congreso es un ámbito excluyente para volver a hablar seriamente del proyecto nacional, teniendo una visión del país del futuro que debemos construir entre todos los sectores de la sociedad, en la cuál el movimiento obrero es una pieza fundamental para su desarrollo.
Por todo lo planteado pienso que es óptimo que, ya sea en la labor parlamentaria o en otros ámbitos, miembros de diversas organizaciones sindicales lleven la voz de "todos" los trabajadores argentinos para que podamos tener un país más justo y que nos cobije a todos.

Soraya Koeter dijo...

Indudablemente que es más que motivadora una consigna como la propuesta porque nos impele a pensarnos en tanto actores sociales y en el interjuego de fuerzas de poder que se presentan a la conformar listas para una elección.
Considero más que importante y, por supuesto, un accionar ético que los representantes de los trabajadores participen de la vida política de un país, más aún deben tener un rol protagónico porque son la fuerza central de la producción y generación de fuerzas en las relaciones económicas.
“La humanidad necesita fe en sus destinos y acción, y posee la clarividencia suficiente para entrever que el tránsito del yo al nosotros, no se opera meteóricamente como un exterminio de las individualidades, sino como una reafirmación de éstas en su función colectiva”. (1)
Desde este punto de vista un compañero sindicalista que decida asumir un cargo como diputado, senador, etc. es la reafirmación de la voluntad colectiva, es el representante del colectivo: los trabajadores.
Pero, muchas veces, ha ocurrido que cuando ingresan a la otra función, en el ámbito político, se olvidan del colectivo y comienzan a desplegar un proyecto personal y es aquí donde se presenta un dilema ético y es lo que la mayoría de los trabajadores tiene incorporado como idea generalizada del “mundo político”.
Corresponde a nuestra generación de dirigentes revertir este imaginario y conciliar las visiones contrapuestas de una actividad respecto de la otra.
Lo mejor que nos puede suceder a nuestras centrales de trabajadores es que seamos generadores de legisladores que impulsen proyectos para dignificar la vida de los trabajadores, que reafirmen la presencia de los compañeros en cada estamento de la vida institucional democrática y que trabajen por el bien común.-




Notas:
1) Perón, Juan Domingo: “La Comunidad Organizada”. Internet. Pág. 11

Stella Maris Gutierrez dijo...

EL DEBATE QUE VIENE



"Habrá pueblos con sentido ético y pueblos desprovistos de él; políticas civilizadas y salvajes; proyección de progreso ordenado, o delirantes irrupciones de masas" (la comunidad organizada)


Que vital e importante para un pueblo vivir en democracia, y poder elegir a sus representantes; aquellos que guíen sus destinos y los lleven a conseguir la felicidad.
Partiendo de la base de que es indispensable la participación de todos los estamentos de la sociedad, y por supuesto del movimiento obrero organizado, quien debe sostener y profundizar la lucha por la Justicia Social.
¡Ay de mi Argentina! ¡Qué difícil es poder ser justos al opinar del movimiento obrero argentino, cuando nos golpean tan duro con el personalismo y el egoísmo que rompe, fractura y se cobra con vidas la falta de ética de algunos dirigentes, que para beneficio propio callan, otorgan; o actún sin ética ni moral.
Creo profundamente en el movimiento Obrero organizado, como sujeto colectivo. Creo en la redistribución de la riqueza, el trabajo y las economías regionales.
Creo en la construcción de un espacio crítico de la gestión, que enmarque al pueblo hacia la dignidad.
Y también creo que existen organizaciones y personas de bien en ésta Argentina, que pueden lograr armonizar nuestro proyeto de Nación con el modelo productivo que de una vez por todas nos permita surgir de la mediocridad.
Cada elección es una oportunidad para que los dirigentes actúen con responsabilidad, pero todos y cada uno de nosotros tenemos un rol importante que cumplir, como ciudadanos, como sindicalistas, como educadores. De ésto depende el presente y el futuro del país.
Considero humildemente que si todos nos apropiamos de ese Proyecto Nacional y Popoular, vamos a lograr crear el poder social necesario para salir adelante.
Por supuesto que la participación y el protagonismo nos llevan a expresarnos colectivamente, y esto es producto de un pueblo que se ha constituido como actor político, que exija a sus dirigentes que sean coherentes con su mandato y nunca abandonen su militancia, su mística y su pasion.
Sin dar por acabado el tema, me permito finalizar con la expresión de deseo de continuar con el debate y la discusión, ya que "el ida y vuelta se convierte en sIembra y cosecha del fruto maduro del modelo de Nación"
Concibiendo a la política como el instrumento mas poderoso para la realización del pueblo y del Hombre. "Superando las crisis de representatividad de la política con más y mejor política"

Stella Maris Gutiérrez.

Daniel Di Bártolo dijo...

Les agredezco todos los aportes. Como dijimos en la clase presencial me parece que este vehículo es muy útil para favorecer el intercambio y la profundización de los temas. En pocos días estaré proponiendo un nuevo debate vinculado con los núcleos temáticas de nuestra materia. Saludos. Daniel

Graciela Reinaudo dijo...

Querido Daniel ,antes que nada gracias por tus aportes , ya que nunca se deja de aprender y menos de un dirigente con una amplia experiencia.
Considero que la función sindical y la política son dos orientaciones o aspectos del funcionamiento de una sociedad.
Los sindicatos por definición ,tienen sus propios fines, sus propios medios y en cierta medida su propia ideología. Los partidos políticos son el cauce de las aspiraciones ideológicas de los ciudadanos que aspiran a un determinado modelo de sociedad y penetran en todo el entramado social, independientemente de la condición ciudadana.
La misión de los sindicatos no solo es luchar por sus reivindicaciones, sino proponer en todos los ámbitos las decisiones que permitan el progreso integral de las personas.
Nuestra experiencia como personas comprometidas con la educación y sus trabajadores puede ser un aporte importante en el debate de las ideas que gobiernen nuestra comunidad.
La tarea que realizamos los docentes privados, con sus dificultades y limitaciones, deben ser conocidas por los funcionarios y dirigentes de todos los partidos.
Finalmente como dirigente quiero un país distinto donde se pueda concretar una verdadera gesta educativa y reconocer de manera especial la importancia de nuestro rol como docentes.

Graciela Reinaudo

Ambrosio- Monica dijo...

Aportando ideas al debate,... creo que la política necesita de dirigentes que procuren apelar permanentemente a la racionalidad del pueblo. Lo que estás en juego no es solamente la capacidad de ocupar un rol protagónico en la sociedad, sino la concepción del papel en este caso, del sindicalismo, en relación al Estado y el patrón empresarial.
La Doctrina Social de la Iglesia, expresa ..."la participación se expresa esencialmente en una serie de actividades mediante las cual el ciudadano como individuo o aociado a otros, directamente o por medio de los propios representantes, contribuye a la vida cultural, económica, política y social de la comunidad civil a la que pertenece"..."es un deber que todos deben cumplir concientemente en modo responsable y con vista al bien común"...(1)
El allego de los dirigentes sindicales, no deben olvidarese que cuando estén sentados en su banca lo hagan en nombre de sus bases y no representando al partido político por el que llegaron.
Creo que se puede aceptar este desafío comprometiendo y apostando a que cualquiera sea el lugar que se ocupe, hacerlo convencido de luchar por el equilibrio y la paz social, con humildad suficiente para ejercer su función a través del análisis de la realidad, no olvidando los valores y principios donde siempre deberán estar presente la ética, la autocrítica, y preocupación por el bien común.

1- Doctrina Social de la Iglesia, pág: 129.

Daniel Cortés dijo...

El Debate que viene:
Querido Daniel, quisiera compartir mis comentarios, aprovechanbdo la posibilidad que nos brinda este espacio en tu materia. La temática es muy interesante y a la vez motivadora. Aquí va
Para un ciudadano griego del siglo V a.c., más precisamente para un ciudadano ateniense, el interesarse, el inmiscuirse, el comprometerse con la “cosa de todos”, con la la “Res-pública”, no constituía solamente un derecho, sino, un imperativo. No existía, en la concepción ateniense, un ciudadano que no se preocupara por el bien común. Aristóteles, el más grande de los filósofos de la antigüedad, tuvo muy en claro esta concepción de la participación ciudadana, cuando definía al Hombre como “animal político”.-
Con el correr del tiempo, la historia de la humanidad fue marcando, y a veces muy lentamente, un largo proceso de cambios que involucraron no solo el área de lo político, sino también en lo económico y lo social. En efecto, si miramos la Edad Media, podemos observar que fue un largo período en el que Dios, a través de la Iglesia, designaba a reyes y emperadores. Fue un tiempo donde la participación política estaba reservada al minúsculo grupo de la nobleza, y donde el “feudalismo” como sistema político y social tenía ocupado a las personas en la zona rural, en los campos de sus propiedades. Con el advenimiento de la era moderna, y la lucha de la burguesía por intervenir en el plano político, se inició un período signado por el redescubrimiento del Hombre como centro del Universo. Va a ser a partir de allí que, favorecido por el avance de la ciencia y los nuevos descubrimientos, las ciudades irán cobrando notoriedad acompañada por el ascenso de la burguesía al poder. Hasta que en 1789 la Revolución francesa ha de inaugurar un nuevo proceso a nivel de todo occidente, ya en plena edad contemporánea, donde la conquista de los derechos del hombre va a tener en la ampliación de la participación política del ciudadano a uno de sus principales logros.-
La constitución de los Estados Modernos a partir de finales del siglo XVIII, sumado a la revolución industrial como expresión económica del capitalismo, va a traer aparejado distintos conflictos sociales, debido, al fenomenal crecimiento de las ciudades y su complejización creciente, aunque también en la mayoría de los casos, a situaciones de explotación del obrero industrial. A partir del siglo XIX, y como consecuencia de esto último, se asistirá al nacimiento de los sindicatos como expresión de defensa de los obreros en Europa, como una forma de equilibrar el excesivo poder del patrón.. Todo esto amparado, desde luego, por la creación de un sistema normativo que habla a las claras de la marcada evolución en el pensamiento del hombre y sus derechos fundamentales.

Daniel Cortés dijo...

En nuestro país, a partir de los últimos años del siglo XIX y en las primeras décadas del 20, estimulado grandemente por el advenimiento de la inmigración, el movimiento obrero comenzó a organizarse y a nucleares en federaciones cada vez más abarcativas, hasta llegar a la década del 30 con la constitución de la CGT como la gran confederación de los trabajadores. Pero va a ser con el ascenso del peronismo, a partir de la década del `40, que el protagonismo del Movimiento Obrero llegará a su máxima expresión.
A partir de entonces, los trabajadores han de constituir la expresión más genuina del movimiento obrero organizado. Perón va a darle espacios políticos dentro de su movimiento, al punto de definirlos como su “columna vertebral Desde ese entonces, la participación del gremialismo en diferentes listas políticas, fue una constante a lo largo de los últimos 60 años.-
Hasta aquí la Historia. Ahora bien, yo entiendo que más allá de la representación que los dirigentes sindicales poseemos legítimamente ante el colectivo de trabajadores del sector, poseemos un aspecto común que nos iguala al resto: todos somos ciudadanos. Y aquí volvemos al comienzo de mi comentario. Si para la antigüedad griega era imperativo ocuparse “de lo que es de todos”, ¿acaso no nos asiste no solo el derecho sino también la obligación de luchar por un proyecto de nación donde a partir de la educación poder construir un futuro de grandeza; y donde quienes representamos tengan una vida mucho más digna?.-
Por todo ello, creo que es importante tener una visión amplia que no nos limite exclusivamente a nuestra mirada sectorial, sino que trasunte hacia una mayor visión del todo social. Eso si, habrá que hacerlo (si es necesario lo de la participación política) sin mezclar los tantos, teniendo la estatura suficiente de manera de dar el paso al costado en nuestra participación sindical, al menos mientras dure la gestión política o legislativa. De este modo nos evitaríamos dañar por errores en nuestros actos políticos a la organización sindical, y que nuestras bases no se sientan engañadas. Por un futuro de grandeza para nuestra nación!!.
Daniel Cortés

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